Discurso del Papa Francisco a los participantes en la conferencai "Transición energética y cuidado de nuestra casa común"
9-6-2018
Señor cardenal, señores directivos, inversores y expertos, señores y señoras:
Os doy una cordial bienvenida al final del simposio dedicado a los temas de transición energética y del cuidado de la casa común, que se ha celebrado aqui en el Vaticano. Es muy positivo
que quienes desempeñan un papel importante en la orientación de las decisiones, las iniciativas y las inversiones en el sector de la energía tengan la oportunidad de un intercambio provechoso de
opiniones y de conocimiento. Os doy las gracias por vuestra presencia cualificada y espero que, al escucharos mutuamente, hayáis podido afectuar una verificación profunda y considerar nuevas
perspectivas.
Los progresos técnicos y científicos hacen que cada tipo de comunicación sea cada vez más rápida. Una noticia por verdadera o falsa que sea, es decir, una idea, por buena o mala que sea, un
método, por efectivo o engañoso que sea, una vez lanzado, se difunde en pocos segundos. Las personas también pueden encontrase y los productos intercambiarse a un ritmo, velocidad e intensidad
antes inimaginables, superando rápidamente océanos y continentes. Nuestras sociedades están cada vez más interconectadas.
Este intenso movimiento de masas de información, de personas y de cosas necesita tanta energía, una necesidad mayor que la de cualquier época pasada. Muchos de
los ámbitos de nuestras vidas están condicionados por la energía, y desafortunadamente tenemos que notar que todavía hay demasiadas personas que no tienen acceso a la electricidad: se habla de
más de mil millones de personas.
De ahí nace el reto de conseguir garantizar la enorme cantidad de energía necesaria para todos, con métodos de explotación de los recursos que eviten producri desequilibrios ambientales que
provoquen un proceso de degradación y contaminación que causaría un daño profundo a toda la humanidad de hoy y de mañana.
La calidad del aire, el nivel de las reservas de agua dulce, el clima y el equilibrio de ecosistemas delicados, no pueden por menos que verse afectados por las formas con las que los seres humanos colman su "sed" de energía, desgraciadamente, con grandes desigualdades.
Para saciar esta "sed" no es lícito aumentar la sed verdadera de agua, o la pobreza y exclusión social. La necesidad de disponer de cantidades cada vez mayores de energía para el funcionamiento de las máquinas no puede satisfacerse al precio de envenenar el aire que respiramos. La necesidad de ocupar espacios para las actividades humanas no se puede realzar de una manera que ponga seriamente en peligro la existencia de la nuestra y de otras especies de seres vivos de la Tierra.
Es el "presupuesto falso de que existe una cantidad ilimitada de energía y de recursos utilizables, que su regeneración inmediata es posible y que los efectos negativos de las manipulaciones de la naturaleza pueden ser fácilmente absorbidos".
La cuestión energética se ha convertido, pues, en uno de los principales desafíos, tanto teóricos como prácticos, para la comunidad internacional. De cómo se gestione, dependerá la calidad de vida y que los conflictos presentes en diferentes áreas del planeta encuentren una solución más fácil, o que, debido a los profundos desequilibrios ambientales y a la escasez de energía, hallen un nuevo combustible para alimentarse, quemando la estabilidad social y vidas humanas.
Por lo tanto, es necesario identificar una estrategia global a largo plazo que ofrezca seguridad energética y favorezca de ese modo la estabilidad económica y el ambiente y promueva el desarrollo humano integral, estableciendo compromisos claros para abordar el problema del cambio climático.
En la encíclica LAUDATO SI, lancé un llamamiento a todas las personas de buena voluntad para el cuidado de la casa común, y precisamente para una "transición energética" para evitar desastrosos cambios climáticos que podrían comprometer el bienestar y el futuro de la familia humana y de su casa común. En este contexto es importante que con un compromiso serio procedamos hacia una transición que aumente constantemente el uso de energías de alta eficiencia y baja tasa de contaminación.
Es un desafío extraordinario, pero también una gran oportunidad para esforzarnos arduamente por mejorar el acceso a la energía de los países más vulnerables, especialmente en las zonas rurales, y por diversificar las fuentes de energía, acelerando también el desarrollo sostenible de las energías renovables.
Somos conscientes de que los desafíos a enfrentar estan interconectados . De hecho, si queremos eliminar la pobreza y el hambre tal y como requieren los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas, los más de mil millones de personas que hoy no disponen de electricidad deben tenerla de manera accesible. Pero al mismo tiempo, es bueno que esta energía sea limpia para militar el uso sistemático de combustibles fósiles. La perspectiva deseable de una energía para todos no puede llevar a una indeseable espiral de cambio climático cada vez más agudo, a través de un temible aumento de la temperatura en el globo, de condiciones ambientales más duras y de aumento de los niveles de pobreza.
Cómo sabéis, en diciembre de 2015, 196 naciones negociaron y adoptaron el Acuerdo de Paris con la firme intención de limitar el crecimineto del calentamiento
global por debajo de 2ºC en comparación con los niveles preindustriales y de ser posible, por debajo de 1,5ºC. Dos años y medio después, las emisiones de CO2 y las concentraciones atmosféricas
debidas a los gases de efecto invernadero son siempre muy altas. Esto es sobre todo inquietante y preocupante.
La explotación contínua de nuevas reservas de combustibles fósiles también suscita preocupación, ya que el Acuerdo de París recomienda claramente que la mayoría de los combustibles fósiles se mantenga bajo tierra. Por eso, tenemos que debatir juntos - industriales, inversores, investigadores y usuarios - la transición y la búsqueda de alternativas. La civilización requiere energía, ¡pero el uso de la energía no debe destruir la civilización!
La identificación de una combinación aecuada de energía es fundamental para combatir la contaminación erradicar la pobreza y promover la equidad social. Estos aspectos a menudo se refuerzan mutuamente, ya que la cooperación en ámbito energético esta destinada a repercutir en la mitigación de la pobreza, la inclusión social y la protección del medioambiente. Estos son objetivos para los cuales es necesario asumir la perspectiva de los derechos de los pueblos y culturas
Los instrumentos fiscales y aconómicos, la transferencia de capacidades tecnológicas y, en general, la cooperación regional e internacional, como el acceso a la información, deberían ser congruentes con estos objetivos, que no deben considerarse como el resultado de una ideología particular, sino como objetivos de la civilización, que también promueven el crecimiento económica y el orden social.
En cambio, una explotación ambiente¡al que no considerase los problemas a largo plazo, solo podría tratar de favorecer el crecimineto económico a corto lazo, pero con un seguro impacto negativo en un arco de tiempo más amplio, repercutiendo en la equidad intergeneracional así como en el proceso de desarrollo.
Siempre es necesaria una evaluación cuidadosa del impacto ambiental de las decisiones económicas para considerar los costos humanos y ambientales a largo plazo, involucrando tanto como sea posible a las instituciones y comunidades locales en los procesos de toma de decisiones.
A través de vuestros esfuerzos se han logrado grandes progresos. Las compañías petrolíferas y de gas están poniendo a punto enfoques más profundos para evaluar el riesgo climático y modificar, en consecuencia, sus planes empresariales. Es digno de elogio. Los inversores globales están revisando sus estrategias de inversión para tener en cuenta las consideraciones de naturaleza ambiental. Están surgiendo nuevos enfoques para las "finanzas verdes"
Ciertamente, se ha progresado .¿Pero es suficiente ? ¿Hemos invertido la ruta a tiempo? Nadie puede responder a esta pregunta con certeza, pero cada mes que pasa el desafío de la transición energética se vuelve más apremiante.
Tanto las decisiones políticas como la responsabilidad social de las empresas y los criterios de inversiones deben tener muy presente la búsqueda del bien común a largo plazo, para que haya solidaridad entre las generaciones, evitando oportunismos y cinismos encaminados a conseguir resultados parciales a corto plazo, pero que acarrearían en el futuro costos extremadamente altos y daños igualmente significativos.
También hay algunas motivaciones éticas profundas para encaminarnos hacia una transición energética global con urgencia. Como sabemos, estamos afectados por las crisis climáticas. Sin embrago, los efectos del cambio climático no se distribuyen de manera uniforme. Son los pobres quienes más sufren los estragos del calentamiento global, con las crecientes perturbaciones en el sector agrícola, la inseguridad de la disponibilidad del agua y la exposición a graves eventos metereológicos. Muchos de los que apenas pueden pagarlos ya que se han visto obligados a abandonar sus hogaeres y a migrar a otros lugares. Muchos más tendrán que hacerlo enel futuro. La transición a la energía accesible y limpia es una responsabilidad que tenemos con millones de nuestros hermanos y hermanas en el mundo, con los países pobres y con las generaciones venideras.
No podremos avanzar decididamente por este camino sin una mayor conciencia de ser parte de una sola familia humana unida por los lazos de la fraternidad y solidaridad. Solamente pensando y actuando con una atención constante a esta unidad fundamental que supera todas las diferencias, solamente cultivando un sentido de la solidaridad universal e intergeneracional podremos realmente avanzar resueltamente por el camino indicado.
Un mundo interdependiente nos obliga a pensar y llevar adelante un proyecto común a largo plazo que invierta hoy para construir el mañana. El aire y el agua no siguen leyes diferentes según los países que atraviesan; las sustancias contaminantes no adoptan comportamientos diferentes según las latitudes pero tienen reglas unívocas. Los problemas ambientales y energéticos ahora tienen un impacto y una dimensión global. Por eso, requieren respuestas globales, buscadas con paciencia y diálogo y perseguidas con racionalidad y constancia.
La fe absoluta en los mercados y la tecnología ha llevado a muchos a creer que los cambios en los sistemas económicos o tecnológicos serán suficientes para remediar los actuales desaquilibrios ecológicos y sociales. Sin embargo, debemos reconocer que la demanda de un crecimiento económico contínuo ha comportado graves consecuencias ecológicas y sociales, dado que nuestro tema económico actual prospera cada vez más debido al aumento de las extracciones, al consumo y al despilfarro.
El problema es que no disponemos todavía de una cultura necesaria para enfrentar esta crisis y hace falta construir liderazgos que marquen caminos, buscando atender las necesidades de las generaciones actuales incluyendo a todos, sin perjudicar a las generaciones futuras.
La reflexión sobre estos temas culturales más profundos y básicos nos lleva a reconsiderar el propósito fundamental de la vida. No habrá una nueva relación fundamental con la naturaleza sino un nuevo ser humano. Dicha renovación requiere una nueva forma de liderazgo, y esos líderes han de tener una compresión profunda y aguda del hecho de que la Tierra es un sistema y de que la humanidad también es un todo único. El Papa Benedicto XVI afirmaba que el libro de la naturaleza es uno e indivisible, tanto en lo que concierne a la vida, la sexualidad, el matrimonio, la familia, las relaciones sociales, en una palabra, el desarrollo humano integral. Los deberes que tenemos conel ambiente están relacionados con los que tenemos para con la persona considerada en sí misma y en su relación con los otros. No se pueden exigir unos y conculcar otros, Es una grave antinomia de la mentalidad y de la praxis actual, que envilece a la persona, transtorna el ambiente y daña a la sociedad.
Queridos hermanos y hermanas, me dirijo en particular a vosotros, que habéis recibido tantoen capacidad y en experiencia. Quisiera exhortaos a que aquellos que han demostrado su capacidad para innovar y mejorar la calidad de vida de muchos con su ingenio y competencia profesional puedan contribuir todavía más poniendo sus capacidades al servicio de dos grandes fragilidades del mundo de hoy: los pobres y el medio ambiente.
Os invito a ser el núcleo de un grupo de líderes que imaginen la transición energética global de una manera que tenga en cuenta a todos los pueblos de la Tierra, así como a las generaciones futuras y a todas las especies y ecosistemas. Que esto se vea como la mayor oportunidad de un liderazgo que tenga un impacto duradero en favor de la familia humana, una oportunidad que se apele a vuestra imaginación más audaz. No es algo que podáis hacer vosotros solos o vuestras empresas solas. Sin embargo, juntos, y colaborando con otros, existe al menos la posibilidad de un nuevo enfoque que no se haya evidenciado hasta ahora.
Aceptar este llamamiento implica una gran responsabilidad, que requiere la bendición y la gracia de Dios, y la buena voluntad de hombres y mujeres de todas las latitudes.
No hay tiempo que perder: hemos recibido la Tierra del Creador como una casa-jardín, no la transmitamos a las generaciones futuras como un lugar salvaje.
Con gratitud os bendigo y pido que Dios Todopoderoso conceda a cada uno de vosotros gran determinación y coraje para servir a la casa común con una forma renovada de cooperación.
Discurso del Papa Francisco a los participantes en una conferencia internacional con ocasión del tercer aniversario de la encíclica LAUDATO SI
Señores cardenales, eminencia, queridos hermanos y hermanas, ilustres señores y señoras, os doy a todos mi bienvenida, con motivo de
la conferencia internacional convocada en el tercer aniversario de la publicación de la encíclica LAUDATO SI sobre el cuidado de la casa común. Quisiera saludar de forma especial a su eminencia,
el arzobispo Zizoulas porque fue él, junto con el cardenal Turkson, quein presentó la encíclica hace tres años. Gracias por haberos reunido a "escuchar con el corazón" los gritos cada vez más
angustiosos de la tierra y de sus pobres en busca de ayuda y responsabilidad, y para atestiguar la gran urgencia de acoger la llamada de la encíclica a un cambio, a una conversión ecológica. El
vuestro es el testimonio del compromiso inaplazable de actuar concretamente para salvar la Tierra y la vida en ella, partiendo del presupuesto de que "todo esta conectado", concepto-guía de la
encíclica, en base de la ecología integral . También en esta perspectiva podemos leer la llamada que Francisco de Asís recibió del Señor en la iglesia de San Damian: "Ve, repara mi casa, que como
ves, esta en ruinas". Hoy también la "casa comun" que es nuestro planeta necesita urgentemente ser reparada y asegurada para un futuro sostenible.
En las últimas décadas, la comunidad científica ha elaborado, en este sentido, evaluaciones cada vez más precisas. "El ritmo de consumo, de desperdicio y de alteración del medio ambiente ha
superado las posibilidades del planeta, de tal manera que el estilo de vida actual, por ser insostenible, sólo puede terminar en catástrofes, como de hecho ya está ocurriendo periódicamente en
diversas regiones.
Hay un peligro real de dejar a las generaciones futuras escombros, desiertos y suciedad. Por lo tanto, espero que esta preocupación por el estado de nuestra casa común se traduzca en una acción
orgánica y concertada de la ecología integral. De hecho, la atenuación de los efectos del actual desequilibrio depende de lo que hagamos ahora. La humanidad tiene el conocimiento y los medios
para colaborar con este propósito y, con responsabilidad "cultivar y proteger" la Tierrade manera responsable. En este sentido es significativo que vuestra discusión tambień se refiera a algunos
eventos clave del año en curso. La cumbre climática COP24, programada en Katowice (Polonia) en diciembre próximo, puede ser un hito en el camino trazado por el Acuerdo de Paris de 2015. Todos
sabemos que hay mucho por hacer para implementar este acuerdo. Todos los gobiernos deberían esforzarse por cumplir los compromisos asumidos en París para evitar las peores consecuencias de la
crisis climática. La reducción de gases de efecto invernadero requiere de honestidad , valentía y responsabilidad, sobre todo de los países más poderosos y más contaminantes. No podemos
permitirnos perder tiempo en este proceso. Además de los estados también estan interpelados otros actores: autoridades locales, grupos de la sociedad civil, instituciones económicas y religiosas
pueden fomentar la cultura y práctica ecológica integral. Espero que eventos como, por ejemplo, la Cumbre Mundial de Acción Climática, programada para el 12 y 14 de septiembre en San Francisco,
ofrezcan respuestas adecuadas, con el apoyo de los grupos de presión de los ciudadanos de todo el mundo. Como afirmamos junto con su santidad el patriarca ecuménico Bartolome, "no puede haber una
soluciçon sincera y duradera al desafío de la crisis ecológica y del cambio climático si no se da una respuesta concordada y colectiva, si no damos prioridad a la solidadridad y al
servicio.
Las intituciones financieras también juegan un papel importante tanto como parte del problema como de su solución. Se necesita un cambio en el paradigma finaciero para promover el desarrollo
humano integral. Las organizaciones internacionales, como por ejemplo el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, pueden favorecer reformas efectivas para un desarrollo más inclusivo y
sosenible. La esperanza es que "las finanzas ... vuelvan a ser un instrumento encaminado a producir mejor riqueza y desarrollo así como el cuidado del medioambiente.
Todas estas acciones presuponen una transformación a un nivel más profundo, es decir, un cambio de los corazones, un cambio de las conciencias. Como decía san JUan Pablo II: "Es necesario ...
estimular y a poyar la conversión ecológica". Y en esto las religiones, en particular las Iglesias cristianas, tienen un papel clave que desempeñar. La Jornada de Oración por la Creación y las
iniciativas relacionadas con ella, comenzadas en el seno de la Iglesia ortodoxa, se estan difundiendo en las comunidades cristianas de todo el mundo. Por último, la confrontación y el compromiso
por nuestra casa común deben reservar un espacio especial a dos grupos de personas que estan en primera línea en el desafío ecológico integral y que serán el tema central de los próximos dos
Sínodos de la Iglesia católica: los jóvenes y las poblaciones indígenas, especialmente las de la Amazonía. Por un lado, "los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que
se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en el sufrimiento de los excluidos. Son los jóvenes quines deberán enfrentar las consecuencias de la actual crisis
ambiental y climática. Por lo tanto, la solidaridad intergeneracional no es una actitud opcional sino una cuestión básica de justicia, ya que la tierra que recibimos pertenece también a los que
vendrán. Por otro lado, es indispensable prestar atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales. Es triste ver las tierras de los pueblos indígenas expropiadas y sus
culturas pisoteadas por una actitud depredadora, por nuevas formas de coloniamlismo, alimentadas por la cultura del derroche y el consumismo. Para ellos la tierra no es un bien económico, sino
que es don de Dios y de los antepasados que descansan en ella, un espacio sagrado con el cual necesitan interactuar para sostener su identidad y sus valores. ¡Cuanto podemos aprender de ellos! La
vida de los pueblos indígenas es memoria viva de la misión que Dios h¡nos ha encomendado a todos: cuidar de la Casa Común.
Queridos hermanos y hermanas, los desafíos abundan. Expreso mi más sincera gratitud por vuestro trabajo al servicio del cuidado de la creación y de un futuro mejor para nuestros hijos y nietos. A
veces puede parecer una tarea difícil, ya que hay demasiados intereses particulares y muy fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la información para
no ver afectados sus proyectos. Pero los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, también pueden sobreponerse, más allá de todos los condicionamientos mentales y sociales que les
impongan. Por favor, seguid trabajando por un cambio radical a la altura de las circustancias. La injusticia no es invencible.
Que san Francisco de Asís continúe inspirándonos y guiándonos en este camino y que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza.
Después de todo, el fundamento de nuestra esperanza descansa en la fe en el poder de nuestro Padre Celestial. Él, que nos convoca a la entrega generosa y a darlo todo, nos ofrece las fuerzas y la
luz que necesitamos para salir adelante. En el corazón de este mundo sigue presente el Señor de la vida que nos ama tanto. Él no nos abandona, no nos deja solos, porque se ha unido
definitivamente a nuestra tierra, y su amor siempre nos lleva a encontrar nuevos caminos, Alabado sea.
Os bendigo. Y por favor no olvidéis de rezar por mi.
Discurso del cardenal secretario de Estado en la conferencia internacional "Saving our Common Home and the Future of Life on Earth" en el tercer aniversario de Laudato sí. 5-7-2018
Deseo agradecer a su eminencia, el cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, su amable invitación a pronunciar el discurso de apertura en esta conferencia que se propone reflexionar sobre Laudato si, la carta encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de nuestra casa común.
Desde su publicación en mayo de 2015, la encíclica fue bien recibida como una poderosa contribución para comprender mejor y abordar de manera más efectiva una serie de cuestiones puntuales e incluso críticas que enfrenta la humanidad, sobre la base de un enfoque más amplio y profundo de ecología integral. Precisamente, partiendo del contexto de la inter-relación, de que "todo está conectado", el Santo Padre nos recuerda que la humanidad es la administradora y no la dueña de la creación. De hecho, como señala en varias ocasiones, el resquebrejamiento de la relación del hombre con Dios, con el prójimo y con la creación, proviene, en sus raices, de un antropocentrismo equivocado.
Solo para subrayar la amplia recepción que ha tenido la encíclica LAUDATO SI, cabe mencionar que la comunidad científica la ha apreciado particularmente y que ha causado una profunda impresión también en los seguidores de otras religiones. Al comienzo de LAUDATO SI, el Papa Francisco destaca que en esta encíclica, intenta "especialmente entrar en un diálogo con todos acerca de nuestra casa común", apelando "a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta", a cómo estamos modelando "el futuro de nuestro planeta". Tal vez el debate que ha fomentado dentro de la comunidad científica y entre varios grupos religiosos es una clara señal de trabajar para su implementación. En estas breves palabras de apertura, quisiera destacar tres aspectos que caracterizan particularmente LAUDATO SI.
En primer lugar, en el contexto de los actuales y cada vez más emergentes desafíos ambientales de nuestra época,se nota una clara urgencia en la invitación del Papa Francisco a cuidar de nuestra casa común. Todos sabemos cuán precaria es la situación de nuestro planeta hpy. La encíclica es, de hecho, una respuesta oportuna a uno de los retos más urgentes que enfrenta hoy la humanidad, a saber, un posible colapso de la misma casa que nos alberga, tanto a nosotros como a todas las formas de vida.
En un segundo lugar, LAUDATO SI, es importante por su mensaje de una ecología integral. El Papa Benedicto XVI observaba en CARITAS IN VERITAE que el libro de la Naturaleza es uno e indivisible. La ecología humana y la ecología natural estan unidas y son prioridades inseparables para la familia humana. El Papa ve en San Francisco el ejemplo por excelencia del cuidado de lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría y autenticidad. Nos muestra cuán inseparable es el vínculo entre la preocupación por la naturaleza, la justicia para los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior. Todo para el Papa esta interconectado así que el clamor de la Tierra esta vinculado con el clamor de los pobres. En consecuencia, como miembros del mismo hogar, todos debemos unirnos para comprometernos a salvar nuestra casa común.
En tercer lugar, LAUDATO SI añade una dimensión de profundidad a la cuestión ecológica, una atención que a menudo falta enlas discusiones sobre el medio ambiente. En LAUDATO SI el Papa ofrece una visión profundamente espiritual, hablando de "evangelio" de la creación, el título mismo del segundo capítulo de la encíclica. El Papa señala como las convicciones de la fe ofrecen a los cristianos, y en parte también a otrso creyentes, grandes motivaciones para el cuidado de la naturaleza y de los hermanos y hermanas más frágiles. De nuevo, este es un aspecto del mensaje del Papa sobre la ecología integral; y está estrechamente relacionado con la visión antropológica relacional de LAUDATO SI. Como escribe el Papa : La existencia humana se basa en tres relaciones fundamentales estrechamente conectadas:
- la relación con Dios
- la relación con el prójimo
- la relación con la tierra
Nuestra relación con Dios y con nuestro prójimo incluye necesarimente nuestra relación con la madre tierra. Esta relación puede y debe ser armoniosa; pero como observa el Papa Francisco al comienzo de su encíclica, La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire, y en los seres vivientes. Como resultado de esta violacia presente en nuestros corazonas, la tierra misma esta sojuzgada y devastada, se abusa de la vida humana en una cultura donde predomina el descarte, y toda la creación se tambalea al borde de la catastrofe. Es urgente, pues, que cambiemos nuestro sentido de progreso humano, la gestión de nuestra economía y nuetro estilo de vida.
La doctrina catótila de la creación no considera el mundo como un accidente. Nuestro planeta, todavía más, el universo es un acto intencional de Dios que se ofrece a los seres humanos como un regalo. La creación es el primer paso en la gran vocación del hombre: creación, encarnación, redención.
La humanidad no es una ocurrencia tardía. Dios no tenía dos programas: primero el mundo, y luego la humanidad. El hombre y la mujer estan hechos a imagen y semejanza de Dios, son una parte intrínseca del universo, y su vocación es "cultivar y custodiar" todo. Pero cultivar y custodiar no debería llevar aparejada la dominación y la devastación. Un comportamiento semenjante constituye una burla de la dignidad y del respeto debido a los dones de Dios.
En este sentido, deberíamos saber que es fácil entender las preocupaciones del Papa Francisco por los pobres y por la naturaleza. Él no da consejos mundanos sobre cómo ser pudente y práctico, aunque su mensaje tiene inmensas consecuencias prácticas. Más bien, nos está recordando lo siguiente:
a) La consecuencia básica de la creación, que establece un nivel de relación triple para la persona
humana:
- con Dios el Creador
- con otras personas humanas en un vículo de fraternidad
- y con el mundo como jardín-hogar de nuestra existencia
b) Las demandas básicas de nuestra vocación de participar en la obra de Dios como co-creadores,
y de ahi,
c) Nuestra responsabilidad por la obra de Dios que no esconde a su rostro ningúin aspecto de la creación, pobre o rico, natural o humano, ahora o en el futuro.
Ojalá nuestra reunión de estos días para reflexionar sobre el delicado estado de nuestra casa común nos lleve a trazar líneas de acción concretas y participativas para salvar la creación. Todos somos conscientes de lo largo y exigente que será este camino, pero tenemos una brújula muy buena para orientarnos en la carta encíclica. LAUDATO SI. ¡Que la encíclica os sirva de guía e inspiración en vuestras deliberaciones e intercambios de estos días! Tened la seguridad de mia poyo fraternal y de mis oraciones por todo lo que hacéis. Gracias.