NOS VISITÓ EL ESPÍRITU SANTO

Nuestra Confirmación fue uno de los días más importantes de nuestra vida. Estábamos nerviosos, no se suele estar con alguien tan importante como el arzobispo de Valladolid todos los días. Fue un lujo compartir ese momento con él, con nuestros compañeros y catequistas. El sentimiento general que tuvimos todos fue muy bonito: primero porque confirmábamos nuestra fe en Jesús y además, también notamos un cambio de querer ser mejores personas.  Jóvenes del grupo del sábado

“Me acuerdo de que no sabía qué hacer; cada vez que me ponía un poco nerviosa  miraba al Cristo Resucitado, que estaba detrás de José Manuel, en nuestro altar, y no sé cómo, pero me tranquilizaba. Era como que notaba que Él estaba conmigo, a mi lado, acompañándome en uno de los pasos más importantes como persona. Cuando el arzobispo me ungió con el óleo en la frente, lo único que sentía era felicidad. Estaba tranquila, serena… acompañada por mi padrino, mi primo, que es una de las personas que más quiero. Estaba feliz. Era como estar en armonía con el mundo. No sé muy bien como explicarlo, la verdad, pero para mí ha sido un día muy feliz en el que me he sentido llena, un día en el que encuentras el sentido de muchas cosas.” Sofía Arenales Rodríguez

¡JOVEN! DIOS TE LLAMA 

Te invitamos a que vengas con nosotros a vivir juntos nuestra fe y poder compartirla con los demás. Podrás acercarte a Dios a través de la oración. También participarás de todos los sacramentos. Somos jóvenes que hemos terminado la confirmación, continuamos viéndonos y vivimos nuestra fe en grupo. Podrás encontrarnos los martes a las 21:00 horas y los sábados a las 13h en los salones parroquiales.  ¡TE ESPERAMOS!

LOS JÓVENES OPINAN... CLASE DE RELIGIÓN / CATEQUESIS

La catequesis y la asignatura de religión son complementarias y diferentes. La clase de religión ayuda al mejor entendimiento de la catequesis, y no al revés. En la catequesis se exige la fe, la vivencia de ésta y la participación en la liturgia, en la clase de religión no. La catequesis tiene que ir de la mano de la experiencia de vida, de la fe y de la razón. La clase de religión debe tener en cuenta el conocimiento sobre el que se asienta la fe de la iglesia, su historia y todo su desarrollo. Fe y razón deben caminar juntas. Por ejemplo, el credo es la síntesis de la fe de la iglesia y en catequesis no sólo se aprende sino que también se exige lo que en él profesamos. En clase de religión se ve el credo, su contenido y elaboración desde la respuesta que da la iglesia a las distintas herejías, por lo que es un conocimiento cultural que diferencia al que tiene fe y al que no la tiene. Jóvenes del grupo del martes

JÓVENES MADUROS UNIDOS EN CRISTO

Somos un grupo de jóvenes trabajadores y universitarios que unidos en el amor de Cristo nos reunimos quincenalmente los domingos a las 20h. Analizamos el Evangelio desde la clave de la vida y nos cuestionamos el sentido de nuestro estudio y trabajo desde la visión cristiana. Damos gracias a Dios por los jóvenes confirmados recientemente. Invitamos a cualquier joven que se quiera unir a nuestro grupo y compartir la fe en Cristo Jesús. 

HABEMUS PAPAM FRANCISCUM

El miércoles 13 de Marzo a las 19:06h, la chimenea de la Capilla Sixtina emitió una fumata blanca, lo que indicaba que se había elegido un nuevo Papa. El elegido ha sido el argentino Jorge Mario Bergoglio, Cardenal arzobispo de Buenos Aires. A partir de ese momento ha decidido llamarse Francisco, como el santo que recibió la misión de restaurar a la Iglesia.

El nuevo Papa ha pedido unidad y colaboración en el arduo trabajo de sembrar el Evangelio. Desde el primer momento se ha mostrado muy cercano a los miles de fieles que llenaban la Plaza de San Pedro. Algunas de las primeras palabras que ha expresado desde el balcón del Vaticano han sido:

“Hermanos y hermanas, buenas tardes. Sabéis que el deber del cónclave era dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos Cardenales han ido a buscarlos casi al fin del mundo… Os agradezco la acogida. Y ante todo, quisiera rezar por nuestro Obispo emérito, Benedicto XVI… Y ahora, comenzamos este camino: Obispo y pueblo… Un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros. Deseo que este camino de Iglesia… sea fructífero para la evangelización… Muchas gracias por vuestra acogida. Rezad por mí y hasta pronto.”

La Comunidad Parroquial Cristo Redentor expresamos nuestra alegría, damos gracias a Dios por su elección y le pedimos que le asista en su nuevo ministerio como pastor universal de nuestra Iglesia.

UN JUEVES SANTO DESDE  CÁRITAS

El día de Jueves Santo la Iglesia celebra el Día del Amor Fraterno, principal impulsor de la acción de Cáritas. Benedicto XVI nos dice que “la íntima participación personal en las necesidades y sufrimientos del otro se convierte en un darme a mí mismo, pues, para que el don no humille al otro, no solamente debo darle algo mío sino a mí mismo; he de ser parte del don como persona”. Desde Cáritas de Cristo Redentor os animamos a colaborar  para que podamos seguir con nuestra tarea, que es la de todos, y que representa nuestra identidad como cristianos. Que seamos capaces de compartir y compartirnos incondicionalmente con nuestros hermanos más necesitados, siguiendo el ejemplo de Jesús con el lavatorio de pies.

En el año 1984 se inició nuestra Comunidad Cristiana de Parquesol. En un primer momento las tareas pastorales no eran tantas como son actualmente, debido a que la realidad de nuestro barrio era muy distinta a la de hoy.

Éramos pocos los vecinos que vivíamos en él, cosa que nos ayudó para vivir como una gran familia. A esto también colaboró el espacio que teníamos; había un único salón, que a la vez era  templo, lugar para las catequesis, espacio para los ensayos de los cantos, despacho. Cosa que nos obligaba a vernos día a día.

También teníamos excursiones donde pasábamos unas jornadas de juegos y convivencia estupendos, lo que nos hacía vivir más unidos. El párroco fue D. Alfonso. A la muerte de éste y de forma provisional estuvieron D. Félix y D. Julián.

Nuestra Parroquia estaba lejos del centro de la ciudad (y los transportes eran escasos) y aquello nos suponía un gran esfuerzo para desplazarnos a otras parroquias, como San Vicente de Paúl, de la cual dependíamos en esos momentos, hasta que fuimos Parroquia en el año 1986. Todos esos años marcaron lo que iba a  ir siendo nuestra Parroquia después.

Nuestro barrio fue creciendo y se vio la necesidad de levantar un templo, del que hoy podemos disfrutar. Nuestro arzobispo emérito  D. José Delicado Baeza consagró e inauguró nuestro templo. En esta etapa los párrocos fueron D. Santiago y D. Agustín.

Todos los grupos trabajamos intensamente para que nuestro templo y nuestros locales estuvieran dispuestos para cubrir las necesidades Pastorales y Parroquiales, y todo esto fue posible en el año 1991. Desde ese momento los grupos han ido creciendo hasta nuestros días. En esta última etapa, nuestro párroco es D. José Manuel. También ayudan D. Reynaldo y D. Joaquín, diácono permanente.

Tenemos acogida y acompañamiento a los padres de los que van a recibir el sacramento del bautismo; catequesis para pequeños de iniciación I-II-III, infancia adulta (postcomunión) y jóvenes (Confirmación) y Grupo Juvenil. Todo para descubrir una Fe madura y responsable.

Está el grupo de Formación “Liturgia y Canto”, Grupo de Oración “Renovación Carismática Católica” , Grupo de “Acompañamiento y Evangelización con Mayores”, Grupo de “Acompañamiento para Padres” que vienen sus hijos a Catequesis, Curso Prematrimonial, Formación de Adultos, Limpieza, Manos Unidas, Cáritas, Pastoral de la Salud, diferentes Coros, Escuela de Formación de Catequistas, Grupo de Mantenimiento , Consejo de Economía, “Carpe Diem“ (grupo interparroquial de Cáritas), Servicio de Biblioteca y Publicaciones , Acompañamiento a personas de otros Países,  “Congregación Misioneras Siervas del Espíritu Santo”, etc.  Y muchas tareas más que podríamos llevar a cabo si os animáis a formar parte de esta comunidad parroquial.

Un punto muy importante en estos años es la colaboración económica de los fieles. Gracias a ella se ha podido conservar y mejorar el templo y los locales.

Últimamente se ha hecho más cómoda la entrada, se han quitado las humedades de los locales, se ha pintado, etc; y todo esto hace más agradable el día a día de nuestra Comunidad.

Don José María y Don Eduardo acompañan con el órgano nuestras  celebraciones litúrgicas.

Y todo este caminar nos ha llevado a celebrar los 25 años que somos Parroquia; y como el acontecimiento lo requiere, vamos a prepararnos para hacer una celebración de acción de gracias. Donde nos reuniremos todos en las Eucaristías del Domingo 16 de Octubre, para dar gracias al SEÑOR, porque trascurridos los años, seguimos siendo una comunidad viva, donde tienen cabida mayores, jóvenes, y niños.

Pilar de Mena Celemín

“Podías acercarte a cualquier peregrino, viniese de cerca o de lejos, y preguntarle con confianza por su estancia en Madrid, por cómo estaba viviendo el encuentro o por qué había decidido venir. Con todos sentías un vínculo al compartir la misma experiencia.”

“Me emocionó el momento de la Vigilia de Cuatro Vientos en el que dos millones de personas fuimos capaces de hacer un silencio total para adorar al Santísimo junto al Santo Padre.”

“El ambiente con el que los peregrinos impregnamos las calles y los parques de Madrid, cantando y compartiendo la fe entre todos, era algo digno de vivir; porque creo, que ningún otro evento es capaz de congregar a tanta gente de la forma con la que una Jornada Mundial de la Juventud puede hacerlo.”

Pablo Abia Morán  - 3º de Confirmación

Nuestro primer año de catequesis de Confirmación ha sido muy especial para nosotros; hemos compartido muchos momentos juntos, hemos aprendido muchas cosas de nosotros mismos y de todos nuestros compañeros, muchas risas, muchas enseñanzas, que nos servirán para cuando llegue el día de nuestra Confirmación.

Yo me apunté a la Confirmación debido en gran parte a mis hermanas, y en mi opinión, este primer curso ha sido una experiencia buena; pues además de descubrir más a Jesús, conoces a gente nueva o te reencuentras con amigos.

Jóvenes de 1º de Confirmación

En este 2ª curso de Confirmación nos hemos encontrado con Jesús, con su estilo vida, sus enseñanzas y su mensaje. De su boca hemos aprendido a orar, a amar a Dios y a los hombres, a servir a los necesitados, a trabajar por su Reino de justicia, libertad y paz...  Aunque somos poco constantes, queremos seguir a Jesús: su modelo de vida y su escala de valores nos animan e ilusionan. También queremos integrarnos en la comunidad cristiana  participando y colaborando en la parroquia. Y queremos, en la medida que podamos, ser testigos de Jesús en nuestro entorno.

En las reuniones semanales hacemos reflexiones personales, trabajos en grupo, puestas en común, hablamos, oramos, celebramos y nos comprometemos en acciones y proyectos.

Con todos los chicos y chicas de Confirmación hemos vivido varias celebraciones y convivencias. En algunos actos hemos sido pocos, pero han sido intensos y hemos hecho amigos.

A mitad del próximo curso recibiremos el sacramento de la Confirmación. Entonces daremos nuestro sí consciente y libre a Cristo y a la Iglesia, y el Espíritu Santo vendrá sobre nosotros. Confiamos en su fuerza y gracia para seguir firmes en la fe y para ser testigos de Jesús. Para ello necesitamos y esperamos la oración y el apoyo de toda la comunidad parroquial. Contamos con vosotros.

Jóvenes de 2º de Confirmación

En estos tres años de preparación a nuestra Confirmación hemos compartido experiencias intensas. Al principio no nos conocíamos mucho entre todos, pero al terminar estos tres años, hemos logrado ser un grupo de amigos.

Nos hemos estado formando en la fe, profundizando más en la persona de Jesús. Todos esperábamos el día de la Confirmación con ilusión, pues íbamos a reafirmar nuestra fe en Cristo. Y después de tanto tiempo deseando que llegara el día, llegó. Nos habían dicho que lo disfrutásemos, que era un momento especial en que íbamos a recibir el Espíritu. Al principio había muchos nervios, la misa avanzaba rápidamente. Cuando llegó el momento de la Unción con el Crisma, el tiempo pareció ralentizarse y sólo notaba que estaba yo sola con mi madrina. Después, recibí al Espíritu  Santo  con mucha ilusión de haber compartido ese momento con mi familia, mi catequista y mis compañeros.                                                                             

Para algunos jóvenes, este día de la Confirmación pudo ser el final de su etapa de “Iniciación Cristiana”, pero otros jóvenes, nos dimos cuenta que queríamos seguir participando activamente en la Iglesia; por eso hemos formado un grupo de jóvenes en nuestra parroquia comprometidos con Jesús, con los demás y con nosotros mismos.

Jóvenes  Confirmados el 26 de Febrero de 2011

JMJ (JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD) 

Las Jornadas Mundiales de la Juventud han supuesto desde sus orígenes de manos del beato Juan Pablo II un momento especial para la vida de todos los cristianos que de una forma u otra participan en ellas, ya sea con su presencia, con su apoyo a la gente que asistirá o mediante la oración. Este año tenemos la suerte de que el Papa Benedicto XVI haya querido que esta gran fiesta de fe sea en Madrid, y que nos sirvamos de este gran evento para animarnos en nuestra vivencia cotidiana de la fe, en nuestros entornos, en los que muchas veces nos sentimos incomprendidos o incluso marginados.

Desde nuestra parroquia, un grupo de jóvenes hemos aceptado la invitación del Santo Padre de asistir a Madrid y desde hace unos meses llevamos preparándonos con nuestras oraciones, reuniones y también realizando diferentes actividades para que se nos haga un poco más fácil el poder asistir, ya que con nuestra inscripción también colaboramos con un fondo creado para que personas de países menos desarrollados no se pierdan tampoco este acontecimiento. Esperamos que todas las personas que formamos parte de esta comunidad parroquial de Cristo Redentor, nos sintamos parte imprescindible de la JMJ, porque de un modo u otro esta gran fiesta es para todos, y todos podemos colaborar. 

Jesús, durante su vida, su agonía y su pasión nos ha conocido y amado a todos y a cada uno de nosotros y se ha entregado por cada uno de nosotros: "El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Ga 2, 20). Nos ha amado a todos con un corazón humano. Por esta razón, el Sagrado Corazón de Jesús, traspasado por nuestros pecados y para nuestra salvación (cf. Jn 19, 34), "es considerado como el principal indicador y símbolo... del amor con que el divino Redentor ama continuamente al eterno Padre y a todos los hombres” (Pío XII, Enc. "Haurietis aquas": DS 3924; cf. DS 3812).

                                               Catecismo de la Iglesia Católica, 478

Entre nosotros hablamos de personas “con mucho corazón”, de “entregar el corazón”, de “dar el corazón”, etc. Miles de canciones hablan de corazones enamorados. Y es que “el corazón no es sólo un órgano que condiciona la vitalidad biológica del hombre. El corazón es un símbolo. Habla de todo el hombre interior. Habla de la interioridad espiritual del hombre” (Juan Pablo II). Sobre todo habla de algo tan divino y humano como es el amor.

Mirando al Amor de Cristo, encontramos un Corazón capaz de comprender nuestra debilidad, un Corazón dispuesto de acercarse a todos, un Corazón que da por nosotros hasta la última gota de su sangre. Nuestro amor a los demás tiene que mirar siempre a ese modelo. Sólo si miramos e imitamos al Corazón de Cristo, conseguiremos que nuestro corazón se libere del odio, de  la indiferencia, del conformismo, de la comodidad; solamente así sabremos reaccionar de modo cristiano ante los sufrimientos ajenos, ante el dolor y ante la mirada de los más necesitados.

                            ¡Sagrado Corazón de Jesús en ti confío!

El primer día de catequesis no sabía como iba ser, hasta que llegamos a nuestra aula. Entonces pensé que sería divertido ir todos los lunes allí, porque los niños eran muy simpáticos.

 La catequista nos ha enseñado muchas cosas sobre la vida de Jesús y nuestra religión que no conocía muy bien.

Fue muy entretenido preparar las misas y que viniera mi familia incluida mi hermana que estaba encantada de ayudar.

El día de la confesión me lo pasé muy bien en la fiesta, aunque antes de la confesión estuve un poco nervioso.

Ahora estoy deseando que llegue el día de  mi primera comunión y reciba a Jesús acompañado de toda mi familia. 

Un niño

Tras dos  años de intensa preparación nos disponemos a finalizar la catequesis para la Primera Comunión de nuestros hijos. Múltiples sentimientos se agolpan en nuestra memoria. Las tardes de los lunes llevando y recogiendo a los niños, la preparación de las Eucaristías dominicales,…. y sobre todo ver cómo se van abriendo a una nueva realidad.

Nuestra experiencia personal ha sido de una gran alegría. Hemos sentido el apoyo de todos aquellos, sobre todo los catequistas, que les han acompañado a lo largo de este camino. ¡Muchas gracias! Ha sido para nosotros un ejemplo su generosidad, dedicando su tiempo a la formación de los más pequeños.

De alguna  forma en la sociedad en la que vivimos la Primera Comunión se convierte en un acto social, en el que nuestro hijo se siente por primera vez el protagonista, y sin quererlo nos encontramos sumidos en un vorágine de preparativos mundanos  de las fiestas posteriores, que de alguna manera y sin malas intenciones nos hacen descuidar la preparación espiritual, y hace difícil el anteponer el acto religioso a la celebración festiva

De nuestra experiencia anterior, es de agradecer como la preparación  a este día ha evolucionado de una manera muy favorable al aumentar de manera considerable la participación conjunta con nuestros hijos en la preparación de las eucaristías  y actos especiales (ceniza, confesión, etc.) y como ha crecido el número de padres que acompañan a sus hijos, y la importancia que esto conlleva no solamente por el aumento de feligreses en las celebraciones,  sino  el apoyo de los progenitores hace que el niño tome conciencia de la importancia del sacramento. Merito  sin duda del equipo de catequistas que con un gran esfuerzo, buenas caras e insistencia han conseguido robar un poquito de tiempo de nuestras vidas en algo tan importante y tan poco cuidado como el apoyo a nuestros hijos, en un paso tan especial en el que recibirán a Jesús por primera vez. 

Ojala que este trabajo compartido nos sirva para que este día no se convierta simplemente en una reunión social, y que el sacramento sea la parte principal del festejo. Y sea el punto de partida para celebrar domingo a domingo en conjunto con nuestros hijos las siguientes eucaristías.

Unos padres.

Qué mejor momento en nuestra Iglesia que el Tiempo de Pascua, tiempo de paso del Señor, para que los catequizandos se acerquen a recibir a Jesús.

Para nosotros, los catequistas, estas celebraciones suponen un momento muy especial en todo el proceso de Iniciación. Durante un período de dos años hemos acompañado a estos niños, hemos tenido la suerte de transmitirles junto con sus padres la fe de la Iglesia y hemos aprendido de nuevo con cada uno de ellos la importancia de ser imagen y semejanza de Dios. Además de esto, hemos tenido una relación cercana padres, párroco, catequistas y catequizandos, que nos ha ayudado a fortalecer nuestros ánimos para continuar.

Una catequista

En este mes de mayo recordamos a María, madre de Jesús y madre de toda la Iglesia.

A muchos de nosotros nos vendrá a la memoria que, cuando éramos pequeños, vivíamos de un modo especial este mes, ofrecíamos flores a María, le cantábamos e incluso le componíamos poesías.

En estos momentos parece como si se hubiera olvidado la figura de María; cuando, precisamente, ella puede ofrecer grandes valores a la sociedad actual: disponibilidad, sencillez, silencio, entrega, amor y el gran don de la fe. María es modelo de fe; no de una fe de conceptos y definiciones sino de una fe que transforma y se hace vida, una fe que hizo que dejara de vivir desde ella para vivir desde Dios. Su “sí” hizo posible la encarnación del “Hijo del Hombre”.

Este amor al Hijo, dejando todo por él, nos estimula en muchos momentos a todas las madres. Nosotras sabemos y comprendemos el sufrimiento de María junto a la cruz, pues a un hijo se le quiere más que a una misma. Nosotras, al igual que dedicamos a María este mes, recordamos también y celebramos nuestro papel como madres.

¡Felicidades a todas las madres!

Y un gran deseo: que no olvidemos a María, nuestra Madre, en cada uno de nuestros hogares.

La Semana Santa es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Es un periodo lleno de una intensa actividad litúrgica que comienza el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección.

Después del edicto de Milán promulgado por Constantino en el año 313  que permitía la libre religión en el Imperio romano, surgió la duda de cuando debía celebrarse la Pascua de Resurrección, porque había diferencia de días entre los cristianos de occidente y occidente. Fue el Concilio I de Nicea en el 325 quien estableció para todos la norma romana: la Pascua se celebrará el domingo siguiente al plenilunio después del equinoccio de primavera, fecha que puede caer entre el 22 de marzo y el 25 de abril. Pero como quiera que en el s. XVI los cristianos orientales (Ortodoxos) no aceptaron la reforma gregoriana del calendario, sigue habiendo ahora una diferencia en la fecha de la Pascua entre las dos Iglesias.

Las celebraciones más importantes de la Semana Santa, son el Domingo de Ramos y el Triduo Pascual. En el Domingo de Ramos la liturgia está marcada por la bendición y la procesión de los Ramos. El Triduo Pascual está formado por el Viernes, Sábado y Domingo, considerándose la Misa vespertina del Jueves Santo “la Cena del Señor”  su prólogo o introducción. El Triduo Pascual acaba con las Vísperas del domingo de Resurrección.

Jueves Santo litúrgicamente comienza con  la matutina Misa Crismal, en la que se bendicen los oleos con los que serán ungidos los niños que recibirán el bautismo, los enfermos que reciban el sacramento de la Unción y los que reciban el sacramento de la confirmación.

Por la tarde se celebra la Eucaristía en la que se conmemora la Última Cena del Señor, en la cual Jesucristo en medio de la cena Pascual, ofreció a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino. Dentro de esta Eucaristía destaca de forma especial el lavatorio de los pies, símbolo del servicio a los más pobres. Al final de la Misa y mediante una procesión se traslada el Santísimo al Monumento creado para tal efecto, el cual estará adornado para que invite a su adoración, a la meditación y a la oración de los fieles.

El Viernes Santo no ha habido nunca Eucaristía, es un día “alitúrgico” sacramentalmente. Existe la celebración de la Palabra seguida de la plegaria universal, de la adoración de la cruz, y de la comunión. La Cruz es la victoria del amor y de la esperanza de la Resurrección. Es así como los fieles peregrinan con devoción, siguiendo las estaciones del Vía Crucis (camino de la Cruz), uniéndose al dolor y la Pasión de Cristo.

El Sábado Santo es un día de silencio, no hay celebración eucarística. Continuamos la oración y la meditación del Viernes Santo. El dolor de Cristo también es el dolor de la Iglesia. El sagrario permanece vacío. Pero todo esto cambia durante la noche, cuando los cristianos celebramos el acto más importante para nosotros, la Vigilia Pascual. Vigilia significa “noche en vela”, y eso es lo que hacemos, permanecemos despiertos en honor a Cristo. Durante esa noche culminamos la larga espera para la que nos hemos estado preparando durante la Cuaresma: el triunfo de Cristo sobre la muerte, el paso de las tinieblas a la luz. La Iglesia entera celebra y proclama que Jesucristo ha resucitado.

El Domingo de Pascua o de Resurrección, la Iglesia nos invita a celebrar con alegría la Pascua, un tiempo litúrgico que durará cincuenta días hasta el día de Pentecostés. 

¡¡¡ ALELUYA ALELUYA

CRISTO HA RESUCITADO !!!