Como padres y madres debemos saber la importancia que toman las emociones en nuestras relaciones con nuestros hijos y en las relaciones inter e intra personales. Las emociones son algo intrínseco a nuestro comportamiento y actividad mental, y por consiguiente, son algo que debe ser conocido para comprender cómo somos. Así pues, la Inteligencia Emocional nos ayuda a entender de qué manera podemos influir de un modo adaptativo e inteligente tanto sobre nuestras emociones, como en nuestra interpretación de los estados emocionales nuestros y de los demás. En definitiva, podemos entender la Inteligencia Emocional como la capacidad de percibir, conectar, forjar relaciones, expresar, comunicar de forma efectiva, comprender y gestionar las emociones propias y/o de los demás.
El amor es una emoción que nace del sentimiento de cercanía y afinidad hacia otras personas o seres vivos. Su desarrollo en la infancia viene determinado por la relación del niño con sus padres o figura de apego.
SABÍAS QUE ...
# Es más importante la calidad del tiempo que paséis juntos, que la cantidad. Regálale recuerdos felices.
# Hacia los 9 años también aparece una nueva relación afectiva: la amistad. ¡Aprovecha para trabajar las habilidades sociales a través , de reuniones de compañeros de clase, de la parroquia, grupos familiares, ...
# Ocho abrazos diarios os hacen a ti y tu entorno más felices
# ¡Empieza ahora mismo a regalar abrazos!
ALGUNAS PROPUESTAS PRÁCTICAS:
#Tiempo especial con ... mamá, papá. Incluye una rutiba que refuerce vuestro vínculo afectivo.
# Un momento en el que dejéis a un lado lo demás y solamente os dediqueis el uno al otro.
#Trata de realizar una vez por semana una actividad que os saque de la rutna, con cada uno de los peques de la casa. Una tarde de pelis, paseo, visistas culturales, ...
La decepción es un sentimiento de insatisfacción que surge cuando no se cumplen las expectativas que tenemos sobre algo o alguien.
SABÍAS QUE ...
# La decepción proviene de la mezcla de dos emociones primarias: sorpresa y tristeza.
# Si esta emoción perdura en el tiempo, puede transformarse en frustración, responsable de las conocidas "rabietas" de la infancia.
ALGUNAS PROPUESTAS PRÁCTICAS:
# Controlar las expectativas y, cuando algo no salga cómo espera, explícale que es normal que sienta mal, sé el primero en aceptarla, y cuéntale que ese sentimiento se llama decepción.
# Ayúdale a no centrar la atención en la expectativa no cumplida. Ofrécele alternativas y procura sacar el lado positivo de lo ocurrido.
# Recuerda que eres su ejemplo. Trata de no dramatizar tus propios contratiempos y no le transmitas demasiados mensajes negativos. Que tú gestiones tus decepciones es el primer paso para que ellos hagan lo mismo.
Se puede entender como carencia de compañía y puede ser impuesta o elegida.
SABÍAS QUE ...
# No es lo mismo estar solo que sentirse solo. Uno puede estar solo